Es una técnica sencilla aunque laboriosa, pero el resultado merece la pena.
1. Preparamos dos láminas de fimo en el mayor grosor de la máquina de pasta.
2. Superponemos las láminas y las humedecemos con agua, para que no se pegue en la lámina texturadora.
3. Pasamos a la vez, y por el mayor número de la máquina de pasta, la arcilla y la lámina texturadora.
4. Una vez texturada la arcilla, secamos el agua con cuidado con un papel de cocina, y empleamos un cortador para realizar la pieza.
5. Para éste colgante, podemos hacer el agujero para introducir el cordón con un cortador kemper redondo.
6. Con un cortador redondo más pequeño sacamos dos piezas para los pendientes.
7. Con purpurina en polvo o pearl ex, tintamos sólo la superficie del grabado, con ayuda del dedo.
8. Ahora preparamos el relleno de la textura, usando fimo o sculpey líquido y pearl ex (también pueden emplearse sombras de ojos).
9. En distintos recipientes, mezclamos el polvo coloreado con la arcilla líquida. Para obtener el color negro, se puede usar una mezcla de arcilla líquida y óleo negro.
10. Ahora, con ayuda de un pincel fino, vamos rellenando los huecos de la textura en la pieza, alternando los colores a gusto.
11. Hacemos lo mismo con otro color.
12. Una vez rellenos los dibujos, toca rellenar el fondo, con color negro.
13. Hornear a 110ºC durante 30 minutos (si se trata de la marca fimo), barnizar si se desea y prodecer al montaje.