¡Hola amigos y amigas!
Hoy os voy a hablar de una técnica denominada mica shift (algo así como la mica que cambia). Realizando esta técnica en la arcilla polimérica, podemos obtener un efecto casi mágico sobre ella: veremos un relieve en la superficie de la pieza, pero al pasar el dedo, comprobaremos asombrados que la pieza es totalmente lisa, a pesar de que nuestros ojos ven otra cosa. ¿Cómo es posible esto? Voy a tratar de explicarlo.
Para poder realizar esta técnica debemos usar arcilla metálica, es decir, la que contiene partículas de mica, un mineral que se exfolia en escamas y que refleja la luz. Dependiendo de la marca de arcilla, podemos encontrar más o menos colores metálicos, aunque en todas hallaremos los habituales perla, oro, plata y cobre. También dependiendo de la marca, contendrán más o menos partículas de mica lo que potenciará o reducirá el efecto relieve en la técnica mica shift. Kato y Premo son las que dan mejores resultados.
¿Qué ocurre si quiero trabajar con un color metálico del que no dispongo? Para solventar este problema, podemos mezclar arcilla perlada con arcilla del color que queremos nuestro trabajo, sin olvidar que en el total de arcilla mezclada, tendremos menos partículas de mica, y que a lo mejor, el efecto relieve no será tan intenso. Por ejemplo la marca Kato, tiene colores concentrados para este menester, necesitando menos cantidad de arcilla para teñir que con el color de arcilla normal, y así poder obtener colores metálicos personalizados con gran cantidad de partículas de mica. Pero si vamos a utilizarlo por ejemplo en un mokume ¡via libre a las mezclas! Puedes mezclar turquesa con plata para obtener un precioso verde metálico, o amarillo y oro para obtener un dorado más amarillo. Puedes añadir negro a la arcilla plateada para obtener un gris metálico, y así todo lo que se te ocurra....
¿Se pueden mezclar los colores metálicos entre sí? Por supuesto, y así de esta manera la cantidad de partículas de mica no disminuirá y podremos darle matices a los colores metálicos. Por ejemplo podemos mezclar perlado con oro para apagar el tono amarillo del último, o añadir plata al color oro para agrisarlo. Puedes mezclar plata y perlado para obtener color platino....
Pero ¿Cómo es posible que al realizar esta técnica veamos un relieve en la pieza que en realidad no está, y la pieza es lisa al tacto? Vereis. Primero os voy hablar un poco sobre las partículas de mica. Estas tienen la particularidad de que reflejan la luz que reciben, comportándose como diminutos espejitos. ¿Habeis observado que cuando dais un par de pasadas a una porción de arcilla metálica en la máquina de pasta, aparecen vetas oscuras que van desapareciendo a medida que aumentamos el número de pasadas? Esto es porque parte de las partículas de mica de esa porción de arcilla están dispuestas en otro sentido que el resto, es decir, están desalineadas, y reflejan la luz hacia otro lado distinto que el resto. Si continuamos realizando el mismo "masage" sobre la arcilla, es decir, si continuamos doblando la arcilla y pasándola en el mismo sentido una y otra vez, acabaremos por alinear todas las partículas de mica en el mismo sentido, y todas reflejarán la luz en la misma dirección, por lo que obtendremos una lámina sin vetas, de aspecto homogéneo. Imaginaos que estais en un bonito campo al aire libre. Brilla el sol y tenemos a varios cientos de metros a un grupo de guapos chicos (o chicas....) que sostienen cada uno un espejo de forma cuadrada. Todos sostienen sus espejos mirando hacia nosotros, unidos unos con otros. La luz se refleja en ellos y no podemos diferenciar un espejo de otro porque todos desprenden la misma luz. A mi órden, ALGUNOS de los guapos chicos (o chicas....) giran sus espejos, unos en el extremo derecho, otros salpicados por el centro, otros por la parte inferior ¿Qué observamos? Los cristales que siguen alineados reflejan la luz brillante como antes, pero los que han girado los apreciamos como zonas oscuras que rompen el dibujo inicial. ¿Entendeis cómo actúan las partículas de mica en la arcilla? No se me ocurre mejor forma de explicarlo.
Cuando aplicamos una hoja de textura sobre una lámina de arcilla cuyas partículas están alineadas, lo que hacemos es desalinear las partículas que entran en contacto con el relieve, que las empujan y las hacen cambiar de dirección, haciendo que reflejen la luz hacia otro lado, concretamente siguiendo el dibujo de la textura. Cuando pelamos la superficie texturada con la cuchilla, en realidad estamos quitando el relieve y dejando la lámina de arcilla lisa, pero las partículas de mica que cambiaron de dirección reflejan la luz de manera que nos hace ver el dibujo de la textura, aunque esta ya no esté. ¿Lo entendeis?
Para relizar esta técnica, nos hace falta una lámina texturadora. Puede ser de silicona o plástico, incluso un sello de goma nos sirve, pero el relieve no debe ser demasiado superficial (hay muchas láminas de este tipo en el mercado de la arcilla polimérica). También necesitamos una cuchilla flexible muy afilada (conforme más nueva mejor) para que el proceso de pelado sea fácil y limpio. Si la cuchilla está muy usada y con poco filo, no cortará limpiamente el relieve, sino que arrastrará la arcilla antes de cortarla y emborronará la imagen. A mí la cuchilla que más me gusta es la Kato Nuflex, pero cuidado que está extremadamente afilada.
¿Pasamos a la práctica? Pues vamos con la lista de materiales:
-Arcilla metálica.
- Hoja de textura.
- Cuchilla flexible.
- Superficie de trabajo con buena adherencia (cristal, baldosa...).
- Agente antiadherente (agua, armor all...)
- Máquina de pasta.
- Rodillo.
- Cuadrado de cartulina plastificado o trozo de tarjeta dura para bruñir.
- Papel de horno.
Os enseñaré el proceso con dos colores y dos hojas de textura diferentes.
En primer lugar tenemos que alinear las partículas de mica de nuestra porción de arcilla polimérica. Para ello, hay que pasar la arcilla una y otra vez siempre en la misma dirección hasta que la lámina no tenga ningún trazo oscuro.
Antes de aplicar la lámina texturadora debemos aplicar el agente antiadherente (agua o como yo, Armol All) para evitar que la arcilla se pegue a la textura.
Para aplicar la textura, podemos hacerlo de dos maneras: colocar la textura sobre la arcilla y pasar el rodillo con cuidado por encima, o colocar la arcilla sobre la textura, mojar un poco la superficie de la arcilla con el agente antiadherente que estemos usando y pasar el rodillo con cuidado. Podeis probar para ver cuál os sale mejor. De esta manera texturaremos la lámina de arcilla.
Retiramos la textura y observamos si ésta se ha aplicado correctamente. De no ser así, debemos secar la lámina de arcilla y pasarla de nuevo por la máquina de pasta. Si el relieve se ha marcado bién, continuamos con el proceso.
Si aplicaste la lámina de arcilla sobre la hoja de textura, ahora tienes que adherirla sobre la superficie de trabajo. Si elegiste el proceso contrario ¡Ni la muevas! Ahora hay que pelar la superficie (o sea el relieve) con la cuchilla flexible. Para ello, arquea la cuchilla hacia arriba y ponla casi horizontal, sujetándola por ambos extremos con el pulgar y la parte media del índice. Coloca los antebrazos en el filo de la mesa y empieza a cortar muy superficialmente, moviendo las muñecas llevando las manos hacia tí, sólo hasta donde tus muñecas te permiten, sin mover los brazos del sitio. Ve cortando pequeñas lonchitas y quitalas de la cuchilla cada vez. Asegúrate de que está limpia antes de volver a efectuar el siguiente corte. Yo siempre trabajo con una servilleta impregnada en limpiacristales al lado para ir limpiando la cuchilla ¡Pero cuidado, no te cortes! Hay que pelar homogéneamente, sin dar bocados con la cuchilla (en tal caso sacaríamos la porción de arcilla que tiene la mica orientada en la forma del dibujo). Continúa hasta pelar toda la zona que vas a utilizar en tu trabajo.
Una vez pelado el relieve, observaremos que el dibujo aún continúa ahí por las razones que expliqué más arriba. Ahora hay que alisar la superficie, ya que, por más que hayamos intentado pelar homogéneamente la superficie será algo irregular. Para ello, primero pasamos el rodillo suavemente y luego colocaremos papel de horno encima de la lámina y bruñiremos la superficie con un bruñidor de cartón que podemos hacernos con un cuadrado de cartulina plastificada. Yo he usado el que la artista y amiga Ana Belchí nos proporcionó en uno de sus cursos. Frotaremos por toda la superficie hasta notar la superficie lisa bajo nuestros dedos.
Ya tenemos nuestra lámina obtenida con la técnica mica shift lista para usar. No queda más que despegarla con cuidado de la superficie de trabajo con ayuda de la cuchilla con mucho cuidado y cortar la porción que necesitamos con la cuchilla o utilizando un cortador. Esta es la pieza que he realizado con la lámina mica shift dorada, aún sin lijar. El efecto relieve aún no es muy intenso. Vereis la diferencia una vez lijada y pulida la pieza.
Aquí están la piezas lijadas y pulidas. Como podeis ver, el efecto relieve se vuelve más intenso con este último proceso. Parece cosa de magia ver el dibujo totalmente en relieve, con sus sombras y brillos, y comprobar que la superficie es totalmente lisa y suave al pasar los dedos.
¿Os ha gustado esta técnica? Espero que sí y que probeis a realizarla. Como podeis ver podeis realizar piezas hechas enteramente en mica shift en un solo color (como la última pieza mostrada), o usando dos colores de arcilla metálica distintos (como la segunda pieza) . O combinar mica shift con arcilla no metálica y tratada con otras técnicas (como la primera). El único límite es vuestra imaginación.
Un besazo muy grande ¡Y que la creatividad os acompañe!