Aquí teneis un sencillo tutorial para realizar con arcilla polimérica una murrina de hoja. Espero que os guste.
1. En primer lugar haremos un degradado en dos colores. En este ejemplo se ha usado verde y translúcido, pero pueden usarte muchos otros colores como verde y amarillo, verde y blanco, marrón y blanco, etc. Normalmente para un degradado de dos colores, se emplea un cuadrado dividido por su diagonal: una parte será de un color y la otra parte del otro tono. En este caso hemos reducido la porción del tono verde, para que no predomine demasiado sobre el translúcido. El papel que veis como base es papel de horno, y viene genial porque el fimo no se pega en él y es fácil levantar la lámina.
2. Pasamos este cuadrado formado por dos colores por el número de mayor grosor de la máquina de pasta (el 1 en algunos casos y el 7 en otros).
3. Obtenemos un rectángulo.
4. Doblamos nuestro rectángulo por la mitad (el ángulo recto de uno de los triángulos sobre el vértice del mismo, o viceversa. En este caso no ocurre exactamente de esta manera porque el triángulo de translúcido es mayor que el verde por los motivos explicados anteriormente).
6. Poco a poco, vamos viendo los resultados de esta operación: el degradado va quedando cada vez más uniforme y las bandas que aparecían al principio, van despareciendo.
7. Después de pasar la lámina de pasta unas 20 veces por la máquina, tenemos listo nuestro degradado.
8. Como nos interesa una lámina más estrecha para realizar una murrina, la doblamos por la mitad, de manera que coincidan las zonas oscuras y las claras en ambas partes. Si la lámina fuese demasiado ancha, podríamos doblarla en tres, como si se tratase de un tríptico. Antes de hacer ésto, podemos cortar con la cuchilla los laterales, para que nos queden rectos.
9. Pasamos nuestra lámina degradada por el número de mayor grosor de nuestra máquina de pasta, desde uno de los extremos del degradado (el claro o el oscuro, da lo mismo). Obtenemos una lámina más estirada.
11. Comenzaremos ahora a enrollar nuestra lámina para formar un cilindro. Levantamos un poco por el filo la zona más clara y comenzamos a enrollar con cuidado y teniendo la masa más bién tirante, para evitar que se creen burbujas de aire, que luego formarían huecos dentro del cilindro. Si deseamos que el tono más oscuro sea el que quede en el centro del degradado, comenzaremos a enrollar desde el lado oscuro de la lámina.
12. Terminamos de enrollar la lámina hasta el final y ya tenemos nuestra murrina degradada formada y lista para usar.
13. Para formar las nervaduras de la hoja, cortamos el cilindro en dos verticalmente, procurando no desviarnos en el corte con la cuchilla.
15. Volvemos a recomponer el cilindro, que quedará con la lámina de verde en el medio. Repetimos esta misma operación con un nuevo corte a cada lado del central. Tras recomponer el cilindro de nuevo, cortar la murrina diagonalmente.
16. Separamos ambas porciones, y damos la vuelta a una de ellas antes de volverlas a unir, con una lámina de verde en medio que formará la nervadura central.
17. Ya casi tenemos nuestra murrina de hoja formada.
18. Tras reducirla, pellizcamos la zona superior para darle forma de gota, a todo lo largo de la murrina.
19. De esta manera conseguimos un aspecto más aproximado al de una hoja real.
20. Este es el aspecto de nuestra hoja terminada. A la hora de reducir, podemos hacerlo sólo desde la mitad hacia un extremo, así tendremos dos tamaños de hoja listos para usar. Si deseamos que la zona exterior de nuestra murrina tenga un borde, tras el paso 16, la forraremos con una lámina del tono deseado, y continuaremos trabajando como se explica.
Aquí teneis un ejemplo de uso para vuestra murrina de hoja con translúcido. Se me ocurrió forrar un vasito de cristal, de esos de las pastelerías ( y de paso reciclamos), para formar un candelabro.
Espero que os haga gustado el tutorial.
1. En primer lugar haremos un degradado en dos colores. En este ejemplo se ha usado verde y translúcido, pero pueden usarte muchos otros colores como verde y amarillo, verde y blanco, marrón y blanco, etc. Normalmente para un degradado de dos colores, se emplea un cuadrado dividido por su diagonal: una parte será de un color y la otra parte del otro tono. En este caso hemos reducido la porción del tono verde, para que no predomine demasiado sobre el translúcido. El papel que veis como base es papel de horno, y viene genial porque el fimo no se pega en él y es fácil levantar la lámina.
2. Pasamos este cuadrado formado por dos colores por el número de mayor grosor de la máquina de pasta (el 1 en algunos casos y el 7 en otros).
3. Obtenemos un rectángulo.
4. Doblamos nuestro rectángulo por la mitad (el ángulo recto de uno de los triángulos sobre el vértice del mismo, o viceversa. En este caso no ocurre exactamente de esta manera porque el triángulo de translúcido es mayor que el verde por los motivos explicados anteriormente).
5. Pasamos de nuevo la lámina por la máquina de pasta. Volvemos a repetir la operación de doblar y pasar por la máquina varias veces, introduciendo siempre la lámina por la parte doblada, para ayudar a expulsar el aire que pueda quedar retenido.
6. Poco a poco, vamos viendo los resultados de esta operación: el degradado va quedando cada vez más uniforme y las bandas que aparecían al principio, van despareciendo.
7. Después de pasar la lámina de pasta unas 20 veces por la máquina, tenemos listo nuestro degradado.
8. Como nos interesa una lámina más estrecha para realizar una murrina, la doblamos por la mitad, de manera que coincidan las zonas oscuras y las claras en ambas partes. Si la lámina fuese demasiado ancha, podríamos doblarla en tres, como si se tratase de un tríptico. Antes de hacer ésto, podemos cortar con la cuchilla los laterales, para que nos queden rectos.
9. Pasamos nuestra lámina degradada por el número de mayor grosor de nuestra máquina de pasta, desde uno de los extremos del degradado (el claro o el oscuro, da lo mismo). Obtenemos una lámina más estirada.
10. Luego, pasamos la lámina en órden y siempre en la misma posición, por los siguientes números de la laminadora hasta llegar al número 3 ó el 5, dependiendo de nuestra máquina. Obtenemos una lámina degradada fina y larga, que extenderemos sobre la mesa de trabajo. Hay que procurar que la mesa esté limpia sin restos de masa que se puedan adherir, y estropear el trabajo.
11. Comenzaremos ahora a enrollar nuestra lámina para formar un cilindro. Levantamos un poco por el filo la zona más clara y comenzamos a enrollar con cuidado y teniendo la masa más bién tirante, para evitar que se creen burbujas de aire, que luego formarían huecos dentro del cilindro. Si deseamos que el tono más oscuro sea el que quede en el centro del degradado, comenzaremos a enrollar desde el lado oscuro de la lámina.
12. Terminamos de enrollar la lámina hasta el final y ya tenemos nuestra murrina degradada formada y lista para usar.
13. Para formar las nervaduras de la hoja, cortamos el cilindro en dos verticalmente, procurando no desviarnos en el corte con la cuchilla.
14. Preparamos una lámina de verde (u otro color) en el grosor 4 y colocamos encima una de las porciones del cilindro. Recortamos la lámina por los bordes del mismo.
15. Volvemos a recomponer el cilindro, que quedará con la lámina de verde en el medio. Repetimos esta misma operación con un nuevo corte a cada lado del central. Tras recomponer el cilindro de nuevo, cortar la murrina diagonalmente.
16. Separamos ambas porciones, y damos la vuelta a una de ellas antes de volverlas a unir, con una lámina de verde en medio que formará la nervadura central.
17. Ya casi tenemos nuestra murrina de hoja formada.
18. Tras reducirla, pellizcamos la zona superior para darle forma de gota, a todo lo largo de la murrina.
19. De esta manera conseguimos un aspecto más aproximado al de una hoja real.
20. Este es el aspecto de nuestra hoja terminada. A la hora de reducir, podemos hacerlo sólo desde la mitad hacia un extremo, así tendremos dos tamaños de hoja listos para usar. Si deseamos que la zona exterior de nuestra murrina tenga un borde, tras el paso 16, la forraremos con una lámina del tono deseado, y continuaremos trabajando como se explica.
Aquí teneis un ejemplo de uso para vuestra murrina de hoja con translúcido. Se me ocurrió forrar un vasito de cristal, de esos de las pastelerías ( y de paso reciclamos), para formar un candelabro.
Espero que os haga gustado el tutorial.
Me lo pidoooo tooooo!! Toooooooo!! Tooooitooooo!! Gracias, gracias, gracias! Tenía un jig de esos acumulando polvooooo!! Jajajajajaja....
ResponderEliminarTe toy haciendo la olaaaaa!!
OOOoooOOOooooOOOOooooOOOOooooOOOOooooOOOOooooOOOOoooo
Jajajaja, qué arte tienes hija jajajaja.
ResponderEliminarGracias Silvia!!! Me va a venir genial cuando empiece con el fimo porque soy muy novatilla..
ResponderEliminarBesotes! ^^
Obrigada pelo passo a passo.
ResponderEliminarAdorei.
beijos
Vivi - Israel
http://fimoland.blogspot.com
silviaaaaaaaaa soy andres, eres una artista que mal aprovecha estas hija jajaja bueno un saludo besotes.
ResponderEliminarJajajaja Gracias Andrés. Qué alegría me ha dado ver tu comentario.
ResponderEliminarMil besos pa los cuatro.
Eres increíble, muy buena murrina, y gracias por compartir tu sabiduría con nosotros.
ResponderEliminarhttp://creacionesamate.blogspot.com.es
Es una murrina muy sencillita ;)
ResponderEliminarGracias a tí por la visita y por tu amable comentario.